De ecuaciones y la matemática

Siempre es más fácil pensar en nuestro error una vez que ya todo está perdido, cuando sabemos que no hay milagro en el universo que pueda remediar el daño, entonces nos damos cuenta de cuál fue esa pequeña equivocación que marcó el destino de nuestras vidas.
Ya no existen los y sí hubiera dejado de hacerlo, porque la verdad es que ya lo hiciste, lo pensaste tal vez unos segundos poco calculados y con eso bastó. Tan rápido como cuesta originar una vida se puede destruir la propia y quien sabe, probablemente la de muchos mas; Los daños colaterales pueden sucederse por siglos, tal vez milenios.
Y el sentimiento de culpa no logra desaparecer jamás, ni en le lecho de muerte, contra toda lógica el instinto que muchos denominarían natural nos acosa hasta el final; Aunque las matemáticas indiquen que dos mas dos son cuatro, nuestra mente nos atormenta haciéndonos creer que si las acciones que realizamos hubieran sido distintas todo podría haber dado como fruto un asombroso cinco, un majestuoso cinco que traería la paz por lo quedaba de existencia.
La verdad es que el cuatro era el  resultado ineludible. En este caso el número de la suerte era el tres, donde siempre terminaría uno al lado, sólo un par era digno de la victoria, mientras el sobrante debía ir a padecer su cruel azar a otro sitio.
En algún momento de nuestra historia somos ese uno que vaga sin rumbo en búsqueda de su par, un par que probablemente haya sido parte de otra historia cruel. Sólo queda esperar por la ansiada culminación del andar sin rumbo y llegar a pertenecer.
Todos pertenecemos por algún tiempo y lugar, ese es el error que jamás debes olvidar cometer.

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Los días se vuelven agobiantes, los sentimientos nos acorralan y sólo las palabras brindan quietud.

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BERADIK. La envidia es sana, nos permite ser consciente de la miseria de persona que somos. Somos el reflejo de otros.

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No es necesario que los demás sepan quién eres, cuando ni tu mismo tienes certeza de aquello. Hasta mi nombre parece ajeno, tal vez soy de otra época, otra vida. No lo sé.