Me parece tan raro el darme cuenta que lo que siempre o por lo menos por un largo tiempo quise, fue lo que más daño me hizo. Un arma de doble filo, por un lado era lo que me daba ganas de ''vivir'' y por otro lado lo que me hacía querer desaparecer, que los demás supieran que si me llegaba a pasar algo era por su causa, para que así se compadecieran de mi, refugiarme en las palabras de desprecio que le dirigían; pero hoy, luego de mucho, no tengo nada, pues esa escusa se ha ido y me encuentro en el limbo.
Probablemente tendré que buscar una nueva droga, arma, o lo que sea.
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