Lo mejor que he aprendido en este último tiempo, es que no debemos depositar demasiada confianza en las personas, no debemos creer en sus palabras si no queremos salir lastimados. Es triste, pero lo he aprendido a golpes, puedo dar fe de que es verdad.
Son pocos los que de verdad se interesan en ti, que les importas, son sólo ellos los que jamás te harán daño o por lo menos, a su defensa, no lo harán de forma consciente. Pero a todos los demás - que son la mayoría - les dará igual lo que sus actos puedan causar en ti, de hecho, existirán algunos que hasta buscan la manera de hacerte trizas en la búsqueda de su propia satisfacción, patearte en el suelo.
Por ello, aunque nos cueste, debemos pensar menos en esas personas, tratar de que con el tiempo se conviertan en sombras, sombras de las cuales debes alejarte a toda costa, porque una vez que te hayan atrapado, te mantendrán cautiva, prisionera de sus mentiras y engaños. Hay que ganarles, no bajar en ningún momento la guardia, tener presente constantemente lo que en verdad son: seres que buscan destruirte.
0 comentarios:
Publicar un comentario