Aveces el miedo nos domina, el miedo a volver a sentir las cosas desagradables del pasado, de entregar todo y no recibir nada a cambio. El miedo es poderoso, nos puede destruir, pero también nos mantiene cuerdos, permite que cuando faltan pulgadas para caer al abismo, logremos elevarnos y comenzar el asenso.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario